miércoles, octubre 10, 2007

EL CORREO - ESPAÑA


No paran. El escolta de un concejal socialista de Galdácano (Vizcaya, España) salvó la vida después que ETA colocara en el vehículo oficial que conduce una bomba bajo el asiento que suele ocupar el edil. Tras circular varios metros, el mecanismo se activó. Su vida no corre peligro, si bien sufre quemaduras en el 4% del cuerpo y permanece ingresado en la Unidad de Quemados del hospital de Cruces. El atentado es el primero dirigido contra una persona concreta desde el fin del alto el fuego.



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