sábado, enero 19, 2008

THE GUARDIAN - UK


Un genio que se fue. Arquetipo del genio loco, dotado de un coeficiente superior al de Albert Einstein -180- volcado en exclusiva al ajedrez Bobby Fischer murió a los 64 años en Reikiavik (Islandia) a consecuencia de «una enfermedad renal» y en la indigencia. No quiso seguir tratamiento médico, pues desconfiaba de la medicina occidental. En sus últimos años, su vida errante, paranoica y el acoso de las autoridades norteamericanas acabaron por convertirle en un caído en desgracia. Nunca fue un niño prodigio y aprendió a jugar al ajedrez tarde (6 años), fue un jugador de club mediocre hasta los 12, cuando el nivel de su juego dio un espectacular salto. Seconvirtió en un jugador capaz de ejecutar movimientos magistrales. A los 14 era campeón de USA, a los 15 Gran Maestro y a los 16 se convirtió en el más joven aspirante al título mundial. Su personalidad obsesiva es la explicación de este progreso. Hijo de una pareja divorciada, tuvo una infancia solitaria y el tablero se convirtió en su refugio. Algo que añade mérito a sus logros deportivos es el hecho que, al contrario que sus rivales soviéticos, se preparaba en solitario, sin entrenadores.


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