Temporada de caceria africana, no de rinocerontes precisamente. En el norte de Kenia se desato la caza al hombre. Más de 30 personas -la mayoría mujeres y niños- que se habían refugiado en una iglesia para huir de bandas armadas con machetes, fueron quemadas vivas por la muchedumbre que incendió el templo. Los muertos oficiales desde las elecciones del jueve son 143, la Cruz Roja los eleva a 299, aunque testigos hablan de un millar. Las parlamentarias fueron ganadas por la oposición, mientras las presidenciales por el presidente, Emilio Mwai Kibaki. Pero la oposición aduce fraude, denunciado incluso por los observadores de la Unión Europea. Se comenta de 70.000 refugiados que han encontrado asilo en las iglesias y jardines de los seminarios. En la frontera con Uganda se señalan filas de prófugos que huyen de la violencia. De aqui al genocidio ruandes se esta a un paso.
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