Ya no es una reina. Marion Jones, velocista norteamericana coronada en los Juegos Olímpicos de Sydney, fue sentenciada por un tribunal de California a 6 meses de cárcel por haber mentido a la justicia en 2003, cuando negó haber tomado sustancias prohibidas. La ex atleta, que afrontaba una pena máxima de 5 años, se librará de ir a la cárcel, ya que es su primera condena. Para rebajar su pena aceptó colaborar con la investigación sobre el uso de sustancias destinadas al dopaje entre los atletas que lleva a cabo un tribunal de California desde hace 5 años. Segun su confesión entre 2000-01 su preparador Trevor Graham le dio una sustancia que ella consideraba vitaminas. Sin embargo, tras cambiar de coach se dio cuenta de que era una droga para mejorar su rendimiento. Era el esteroide THG. Esta versión contradecía la que ella había proporcionado al tribunal 4 años antes.
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