Fuegos artificiales. Un misil lanzado desde un buque de guerra estadounidense interceptó con éxito un antiguo satélite espía norteamericano a la deriva, para evitar, según el Gobierno, que cayera en la Tierra con el tanque lleno de un combustible altamente tóxico (hidracina). A las 10:26 (03:26 GMT), el USS Lake Erie disparó un misil táctico SM-3 que le impactó a unos 247 kilómetros de altitud sobre el Océano Pacífico cuando se desplazaba a más de 11.265 km/h. por el espacio. El gobierno advirtió que sin esta intervención el satélite llegaría a la atmósfera el 6 de marzo y se estrellaría en un punto impredecible. La operación para destruirle fue evaluada en un costo de entre 40 y 60 millones de dólares. El satélite, conocido como 'L-21', fue puesto en órbita en 2006. Rusia y China mostraron su preocupación por esta operación, que consideraron como un ensayo antimisiles.
jueves, febrero 21, 2008
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