Aprendices de Chávez. El matrimonio que gobierna en el país sudamericano de Argentina intenta copiar al pie de la letra las intimidaciones del dicatador de Venezuela y envió a casi 200 inspectores del fisco a las oficinas del diario opositore más importante, el Clarín. Horas luego de la condena (hasta mundial) por el atropello gubernamental, un ministro intentó desmentir que se hubiese tratado de presiones. Es que el delirio reina en las mentes perturbadas de los gobernantes argentinos y reponsabilizan a la prensa de los malos resultados en las recientes elecciones parlamentarias de junio y la baja popularidad del gobierno. Y algunos dicen que el venezolano es un "loquito" de no temer.
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