jueves, junio 11, 2009

ABC - ESPAÑA


Racismo "made in Spain". "Si te preguntan, comenta que tuviste un accidente, pero no digas nada de la empresa". La advertencia procedía del hijo del jefe de una panificadora en Real de Gandia (Valencia, España) al boliviano Franns Rilles Melgar Vargas, a quien la máquina de amasar le secciono el brazo izquierdo. El hijo del dueño le traslado al hospital pero cuando estaban a 200 metros le obligó a bajarse y le advirtió que no diera detalles de lo sucedido. Franns Riles estaba indocumentado y empleado de forma irregular, sin cobertura y trabajaba 12 horas al día por 700 euros al mes. Los responsables de la empresa limpiaron todo para no dejar restos y tiraron el brazo a la basura. Todo sucedio el 28 de mayo, pero se conoco cuando el diario Levante-EMV publicó la denuncia del sindicato. En plena calle una persona lo acompañó hasta el centro sanitario, donde Franns no aclaró la causa del accidente. Pero debido a la inconsistencia de su relato los médicos llamaron a la policía y fue cuando explicó cómo había sucedido todo. La Guardia Civil se desplazó hasta el lugar del accidente para recuperar el miembro, pero se desechó la idea de reimplantarle el brazo porque cuando le encontraron vieron que estaba en mal estado. El empresario admite que Franns "se encontraba en situación ilegal" y sin contrato pero niega que percibiera 23 euros al día por jornadas de 12 horas y que le hallan abandonado. Sostiene que Franns "se encontraba ebrio" cuando ocurrió el accidente. Ademas dice estar "tranquilo".

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