miércoles, septiembre 26, 2007

DIE PRESSE - AUSTRIA


No temen. Ni las amenazas de la Junta militar birmana ni el despliegue de soldados en las calles evitaron una nueva jornada de protestas liderada por decenas de miles de monjes. Ante el desafío los militares impusieron el toque de queda desde el atardecer hasta el amanecer en las dos ciudades más importantes del país, Rangún y Mandalay, y prohibieron las reuniones de más de 5 personas. Además Aung San Suu Kyi, figura emblemática de la oposición al régimen, fue trasladada el domingo a la prisión de Insein, un día después de saludar a los monjes que marchaban frente a su casa, donde cumplía arresto domiciliario desde 2003.


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